LECCIONES DE ANGELA MERKEL Y ESTEBAN BULLRICH
LECCIONES DE ANGELA MERKEL Y ESTEBAN BULLRICH
Oscar
Ortiz Antelo*
Dos
líderes políticos ejemplares se han retirado del escenario recientemente,
Angela Merkel, ex Canciller de Alemania, y Esteban Bullrich, ex senador de
Argentina. Aunque con inmensas diferencias en su proyección internacional, por
la trascendencia mundial alcanzada por Merkel, ambos son ejemplos positivos de
una vocación de servicio publico basada en compromisos y valores que marcan la
diferencia en un mundo en el cual la mediocridad y el populismo caracterizan la
disputa por el poder público, causando una grave crisis de la representación
publica y del sistema democrático en general.
Angela
Merkel, ha liderado a su país en momentos muy difíciles, preservando la
fortaleza y solidez institucional de su sistema democrático y sus altos niveles
de estabilidad y desarrollo económico y social. Aunque todas las encuestas
indicaban que podría ganar un siguiente mandato, y la ley se lo permitía por
ser un sistema parlamentario, prefirió retirarse de la política como una
verdadera estadista, por decisión propia y no porque hubiera perdido el apoyo
público.
Se ha
escrito mucho sobre las características de su liderazgo y las virtudes de su
estilo de gobernar. En lo personal, destaco su rechazo a toda forma de
caudillismo populista, su apuesta por la búsqueda de acuerdos amplios, su
prudencia y cautela en las decisiones difíciles, su estilo mesurado, razonado y
equilibrado en el debate público. Todo lo contrario de la apuesta a la división
social, a la confrontación ciudadana y la polarización general, que
lamentablemente constituye la base de las formas políticas actuales.
Merkel
será recordada como una líder que mostró que las instituciones de la democracia
liberal funcionan y que constituyen la base de un sistema político y económico
que garantiza la libertad de los ciudadanos y les ofrece las oportunidades de
bienestar y prosperidad que anhelan.
En
Argentina, el senador Esteban Bullrich se retiró de la política afectado por la
enfermedad del ELA (Esclerosis lateral amiotrófica) que debilita los músculos y
afecta las funciones físicas. Desde que se le manifestaran los síntomas y se
descubriera cual era la enfermedad que lo afectaba, el senador Bullrich dio
muestras de una gran fuerza espiritual, es profundamente creyente, y de una
elevada convicción sobre la dignidad y las virtudes que exige el servicio
publico y que debiera caracterizar a quienes se dedican a la política.
Su
discurso de renuncia al Senado de la Nación argentina, ha tenido un amplio y
profundo impacto en la opinión publica de este país hermano, concentrándose en
su condena a “La grieta”, como denominan en Argentina a la división social
causada por la polarización y la confrontación social, así como por la
reivindicación de la búsqueda de acuerdos y equilibrios que permitan a una
nación superar los problemas que impiden su desarrollo y condenan a sus
habitantes a vivir entre la inseguridad y la pobreza.
“Créanme
que es mucho más lo que nos une que lo que nos divide, sólo se requiere vencer
prejuicios, hacer silencio y escuchar al otro”; “Las buenas ideas no tienen dueños
tienen beneficiarios”; “Como dijera Borges, Nadie es la patria, pero todos
los somos”; “Esa falta de diálogo trasciende estas paredes vivimos en un
país enfocado en la grieta y en el debate violento, un país en el que la gente
de bien escapa de la política, la desprecia y la condena. Un país en el que la
gente se recluye en lo privado, soltando el sueño de ser parte de la
construcción de una Argentina mejor. Un país, en el que empujamos a la gente a
no ejercer los es el rol más alto de una democracia: el rol de ciudadano”;
“Nadie tiene más tiempo para que juguemos a no ponernos de acuerdo. Hay que dialogar
y escuchar con el corazón y la mente abiertos, y encontrar puntos de equilibrio
a partir de los cuales vayamos asentando las bases del país que queremos ser.
Quizás así podamos evitar el desastre”.
Tan
sólo algunas de las frases con las que el testimonio de Esteban Bullrich
conmovió a la Argentina y que, lamentablemente, no sólo describen la situación
de esa nación, sino también la de muchas otras, como la nuestra.
* Ha
sido presidente del Senado y ministro de economía.
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