MANIPULACION DE LO PLURINACIONAL
MANIPULACION
DE LO PLURINACIONAL
Oscar Ortiz Antelo*
El 22 de enero nuevamente tuvimos
un feriado por la conmemoración de la ¨creación¨ del Estado Plurinacional. Es
una fecha en la cual los lideres del MAS procuran justificar su narrativa
fundacional de un nuevo Estado propugnando el logro de una gesta histórica,
cuando en realidad nunca creyeron en ella como causa, sino que la utilizaron y
manipularon para camuflar el establecimiento de un régimen autoritario basado
en el culto a la personalidad de Evo Morales, la instauración de un régimen de
partido hegemónico y el establecimiento de un gobierno populista y estatista.
Mas de una década después de
la aprobación de la Constitución que habría dado origen al nacimiento de ese
nuevo estado y orden histórico, no se ha logrado una inclusión real de los
pueblos indígenas ni la integración de la sociedad boliviana en el espíritu de
una sola nación. Sin embargo, esto no significa que, aunque sea
discursivamente, no se haya visibilizado con mayor fuerza, desde el 2006, la
imperiosa necesidad de avanzar hacía un proceso de inclusión social e
integración nacional, algo en lo que creo profundamente.
El gran problema de las tres
gestiones de Evo Morales (2006-2019) es que manipularon el discurso
plurinacional para imponer la supremacía de un corporativismo sindical
campesino liderado por los productores de hoja de coca del trópico de
Cochabamba, atropellaron a los pueblos indígenas minoritarios que habían
brindado la justificación moral del estado plurinacional y nunca procuraron la
integración nacional porque siempre apostaron a la división racial y a la
confrontación regional como método de consolidación en el poder. Resultado, los
bolivianos seguimos enfrentados y divididos y, aún no le brindamos a la gran
mayoría de los ciudadanos la seguridad en sus libertades y derechos ni las
oportunidades de prosperar en su propio país.
Desde la discusión sobre la nueva
Constitución siempre hubo un problema de fondo, el concepto de lo
plurinacional, nación de naciones, se choca con un obstáculo insalvable; en un
sistema de democrático, basado en la igualdad ante la ley de todos los
ciudadanos, no es concebible que unos pertenezcan a dos naciones, la ¨propia¨ y
la nación boliviana y otros simplemente queden englobados en un concepto
indeterminado de interculturales. De esta forma, se atenta sin solución contra
la imprescindible necesidad de integrar en una sola nación boliviana a todos
las hijas e hijos de esta patria común. Peor aún, si avanzamos aceleradamente hacia
una urbanización, que ya supera el 70%, en la cual hay un proceso constante de
unión familiar entre personas de distintos orígenes.
No solo ello, desarrollaron un
relato antagónico y maniqueo entre la República y el Estado Plurinacional,
aunque la Constitución vigente solo menciona a la primera y no al segundo.
Buscaron imponer el concepto de que lo republicano representaba al antiguo
régimen, al colonialismo y a la discriminación. Por el contrario, el nuevo
estado plurinacional significaría lo nuevo, el poder para los más
desfavorecidos y el bienestar para los más necesitados. Ni lo uno ni lo otro. El
republicanismo es un sistema basado en los límites al ejercicio del poder por
parte de los gobernantes y la vigencia del Estado de Derecho, el imperio de las
leyes. Por su parte el Estado masista, así debiéramos llamarlo, ha caído en los
mismos vicios que caracterizaron a una gran parte de nuestros gobernantes desde
1825, el caudillismo, el prorroguismo, el abuso y la corrupción.
La inclusión y la integración
siguen siendo causas pendientes por la cuales tenemos que seguir trabajando, al
igual que la consolidación de un estado democrático y una economía de
oportunidades para todos. En mi opinión esto solo lo forjaremos en el marco de
una república moderna, autonómica, incluyente e integradora en la cual los
bolivianos nos reconozcamos y nos aceptemos, en nuestra pluralidad y
diversidad, como parte de la nación boliviana.
*Ha sido senador y ministro de Estado
Publicado originalmente en El Deber, Los Tiempos y el País, el 26/01/2021
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