LÍMITES A LA REELECCIÓN Y AL PODER
LÍMITES A LA REELECCIÓN Y AL PODER
Por Oscar Ortiz Antelo
La democracia es esencialmente un sistema que limita
el poder de los gobernantes, volviéndolo pasajero y sujetándolo a la rendición
de cuentas, tanto por su distribución del poder en distintos órganos y niveles
del Estado como por la noción de que la alternancia obligará a quienes
gobiernan a responder por sus actos frente a un gobierno distinto. Por ello, el
intento de perpetuación en el poder por encima de la Constitución y contra el
referéndum del 21F, constituía un gravísimo atentado al orden democrático
boliviano, que esperemos sea una vez más ratificado en los límites a la reelección
presidencial mediante el fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
que se debe hacer público en los próximos días.
En realidad, más allá de la resolución que comunique
la Corte, en una decisión de tal importancia, el pueblo boliviano ya ha
resuelto esta discusión en varias oportunidades, por lo que, quienes aún ponen
en duda estos límites a la reelección actúan desconociendo la soberanía del
pueblo boliviano que al aprobar la Constitución vigente, determinó que los
ciudadanos bolivianos no podrían reelegirse de forma continua más de una vez en
los cargos de presidentes, gobernadores y alcaldes, así como tampoco para
senadores, diputados, asambleístas departamentales y concejales municipales.
Esta voluntad popular se expresó nuevamente en el
referéndum del 21 de febrero de 2016, en el que se rechazó la reforma de la
Constitución, que buscaba darle a Evo Morales la posibilidad de un cuarto
mandato, con una interpretación de la Constitución que en los hechos implicaba
otorgarle la opción de una reelección indefinida, violando la norma fundamental
y burlando el voto ciudadano.
Igualmente, tras la crisis política y social provocada
por el fraude electoral descubierto en las elecciones de octubre de 2019, se
aprobaron por unanimidad dos leyes que ratificaron los límites a la reelección
presidencial y de las autoridades electas de los tres niveles del gobierno.
Como presidente de la Comisión de Constitución del Senado, propuse y trabajé en
el consenso necesario para que la Asamblea Legislativa Plurinacional en su
conjunto, restablezca el respeto a la Constitución y al voto de los bolivianos.
El artículo 19 de la Ley 1266, aprobada el 24 de
noviembre de 2019, sobre las elecciones nacionales, establece en su parágrafo
II, que Las y los ciudadanos que hubieran
sido reelectos de forma continua a un cargo electivo durante los dos períodos
constitucionales anteriores, no podrán postularse como candidatos al mismo
cargo electivo. Igualmente, la Ley 1269, Ley Excepcional para la
convocatoria y realización de elecciones subnacionales, promulgada el 23 de
diciembre de 2019, establece en su artículo tercero que Las y los ciudadanos que hubieran sido reelectos de forma continua a un
cargo electivo durante los dos períodos constitucionales anteriores, no podrán
postularse como candidatos a un mismo cargo electivo. De esta forma, dos
leyes, vale la pena reiterar, aprobadas por unanimidad, ratificaron los límites
constitucionales a la reelección en Bolivia, no solo para el presidente sino
para todas las autoridades electas en los tres niveles del Estado.
Obviamente, la citada resolución de la Corte
Interamericana, sería trascendental para eliminar la posibilidad de
manipulación legal promovida por algunos gobiernos en contra de sus propias
constituciones y devolver a los ciudadanos su verdadero poder para controlar y
limitar el gobierno que temporalmente le entregan a sus representantes. De esta
forma, se evitaría el abuso a las mayorías legislativas y/o interpretaciones
arbitrarias por parte de tribunales constitucionales politizados.
De esta forma quedará claro que así como la democracia
es el sistema por el cual los ciudadanos votan y eligen a sus gobernantes, es
también el sistema que tiene como principio fundamental el de limitar el poder,
siendo uno de los principales instrumentos para ello, el de la alternancia en
el gobierno, pues de los contrario, en un sistema presidencialista es tan
fuerte la concentración del poder en el presidente, que este tenderá a
perpetuarse y eliminar toda competencia real, con lo que la democracia pasa a
convertirse en una fachada que ya no cumple sus verdaderos fines.
● Ha sido presidente del Senado
y ministro de economía.
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