EFECTO REBOTE O REACTIVACIÓN
EFECTO REBOTE O REACTIVACIÓN
Oscar
Ortiz Antelo*
Ha
finalizado el primer semestre del 2021 y ha surgido el debate de si los
indicadores de recuperación de la actividad económica responden a un efecto
rebote por la normalización de la actividad económica, cuando se la compara con
el primer semestre del 2020, o se deben a una reactivación producida por
políticas económicas adoptadas por la actual gestión de gobierno. Esta no solo
es una discusión semántica, sino que tiene efecto sobre las medidas que se
toman, o no se toman, influyendo en las condiciones que permitirían a los
distintos actores económicos superar el golpe de la pandemia.
Es
normal que las autoridades económicas de un gobierno, al igual que sus voceros
propagandísticos, traten de magnificar las noticias positivas para generar
confianza en la opinión publica y fortalecer la credibilidad y el prestigio del
gobierno y sus principales referentes. El problema es que generalmente terminan
alejándose de la realidad, creyéndose las exageraciones de los resultados de
sus acciones y tomando decisiones que no corresponden a lo que realmente sufren
los ciudadanos y las empresas en sus dificultades económicas. Si, además, los
compromisos ideológicos y políticos con las bases oficialistas determinan la
política económica, los problemas sin resolver se convertirán en bombas de
tiempo que amenazarán el futuro de la nación.
No hay
duda de que habrá mejores resultados al evaluar los resultados del primer
semestre del 2021 respecto al primer semestre del 2020. Desde la segunda
quincena de marzo del 2020 hasta mayo de 2020, el conjunto del país estuvo
confinado en una cuarentena rígida con la excepción de las actividades
vinculadas al abastecimiento de alimentos, medicamentos, la prestación de
servicios de salud, financieros y el comercio exterior. En el departamento de
Santa Cruz, la cuarentena rígida se prolongó, por decisión de sus autoridades
locales, hasta finales de junio, con la cual la región responsable de la mayor
aportación al PIB siguió limitada en su producción.
Si
bien estas medidas salvaron miles de vidas frente al desconocimiento sobre los
tratamientos para afrontar los efectos del nuevo coronavirus y la debilidad
estructural del sistema nacional de salud, causaron un malestar económico y
social imposible de contrarrestar con los bonos que se distribuyeron entre la
población. La solución al dilema entre economía salud y la economía se la
encuentra en el uso de las vacunas, que iniciaron su aprobación desde diciembre
de 2020 y que ya han comenzado a aplicarse en Bolivia. Si bien, en las ultimas
semanas se ha acelerado la campaña de vacunación, todavía nos falta bastante
para llegar al 70% de la población vacunada con la dosis completa.
Asimismo,
la recuperación de la economía internacional por el avance de las campañas de
vacunación en los países desarrollados ha generado un crecimiento de la demanda
global y expectativas positivas que han elevado los precios de las materias
primas, lo cual ha impactado positivamente en nuestras exportaciones.
Sin
embargo, esto no es suficiente, como me decía el exministro de Hacienda, Luis
Carlos Jemio, en una reciente conversación en el espacio digital que dirijo,
las capacidades productivas que tenemos hoy son menores a las que disponíamos
en el anterior periodo de precios altos, por lo que no podremos beneficiarnos
en la misma magnitud de esta recuperación internacional debido a que ya tenemos
menos volumen para vender. Así también, los precios actuales, aunque
favorables, son inferiores a los que hubo entre el 2006 y el 2014.
Mi
conclusión es que estamos frente a un efecto rebote, en lo nacional, y de recuperación
de la demanda, en lo internacional. Para hablar de reactivación debiéramos adoptar
medidas que levanten barreras y obstáculos para la producción y las
exportaciones nacionales, a fin de que se pueda promover una reactivación
sostenible que permita la conservación de los empleos actuales y la creación de
nuevas fuentes de trabajo. Lamentablemente, al insistirse en medidas como los
cupos de exportación y la creación de nuevos impuestos, se sigue el camino
contrario.
* Ha
sido presidente del Senado y ministro de economía.
** Publicado originalmente el 12 de julio de 2021 en El Deber, Los Tiempos, Correo del Sur, Pagina Siete, El País (Tarija), eju.tv, Cabildeo Digital, Brujula Digital y Publico.bo
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