LA REBELION DE LA BURGUESIA POPULAR
LA REBELION DE LA BURGUESIA POPULAR
Oscar
Ortiz Antelo*
Las
recientes declaraciones de la Alcaldesa de El Alto, Eva Copa, son muy expresivas
de la nueva realidad social, al informar sobre la preocupación de los dueños de
los Cholets, con relación al proyecto de ley contra la legitimación de
ganancias ilícitas y financiamiento al terrorismo. En mi opinión, esta es la
declaración más representativa sobre el rechazo ciudadano a la imposición de
nuevos controles, que, aunque basados en un fin legal, como es evitar el lavado
de dinero, son percibidos como atentatorios contra los derechos fundamentales
de la presunción de la inocencia, del debido proceso, del derecho al trabajo, a
la propiedad y a la iniciativa privada.
“Hay
dueños de cholets que han manifestado su preocupación contra el congelamiento
de cuentas que puede haber a simple denuncia y luego se podría intervenir sus
cuentas”, indicó la alcaldesa Copa. Uno se podría preguntar, cual es la
relación entre los dueños de los cholets y este proyecto normativo.
Los
cholets, son edificios, que congregan en sus distintos niveles, tiendas,
almacenes de mercadería, salón de eventos y una casa en al último piso; son
construidos por los comerciantes alteños, que así invierten su prosperidad. Sus
propietarios, generalmente son grandes distribuidores del comercio informal,
importando la mercadería principalmente desde China y distribuyéndola mediante
las ferias populares de El Alto y de todo el país.
La
importancia económica y social del sector es creciente, dando origen a una
identidad económica y regional alteña, basada en el interés corporativo de este
sector del comercio, que se proyecta con un notable peso político, tanto para
las elecciones de ese municipio como para las del Departamento de La Paz, y, al
mismo tiempo, generan impacto nacional.
No son
los únicos, los comerciantes gremialistas de todo el país comparten el rechazo
al proyecto de ley; también lo hacen los transportistas, los cooperativistas
mineros, los cocaleros de los Yungas, entre otros sectores que también tienen
el mismo origen popular y que han logrado un notable peso económico.
El
problema del proyecto de ley es que amenaza simultáneamente al conjunto de los
bolivianos, ya sean formales o informales, con una redacción arbitraria y
discrecional, que, por la experiencia cotidiana de la ciudadanía, rápidamente
se puede convertir en abuso de poder y extorsión por parte de los funcionarios
públicos a cargo de las investigaciones y de las autoridades políticas que los controlen.
Si a
ello le sumamos la absoluta desinstitucionalización de la justicia y de las
entidades públicas que estarían a cargo de ejercer los nuevos poderes que el
referido proyecto de ley establece, no hay dudas de que el temor ciudadano a
sufrir mayor inseguridad jurídica de la que ya se sufre, es general y
compartido por muchos sectores que incluso han votado por el actual presidente
y su partido.
El
problema de fondo es que se está atacando los efectos sin afrontar las causas
que pueden originar un enriquecimiento ilícito, el cual en su más amplio
sentido podría comprender en el alcance de la ley, no solo a aquellas actividades
abiertamente criminales, sino también a otras consideradas legales como las que
se realizan bajo los regímenes tributarios especiales, además de las incluidas
en el Régimen General, cuyos representantes también se sienten sujetos al
peligro de la arbitrariedad en la aplicación de esta norma.
Si
fuésemos a las causas, debiéramos primero enfocarnos en la institucionalización
de la justicia, del ministerio público y de todas las entidades de regulación
sectorial y de recaudación tributaria, además de crear las condiciones para una
formalización progresiva de todos aquellos espacios económicos informales en
los que hoy trabaja más del 80% de los bolivianos. Entretanto, ya existen
normas para investigar y procesar actividades criminales como la corrupción, el
narcotráfico y el terrorismo. No es necesario generar incertidumbre en el
conjunto de la población.
* Ha
sido presidente del Senado y ministro de economía.
Excelente radiografía!
ResponderEliminarBanderillas colocadas... a lo que se podría agregar que no hay peor sordo o ciego que aquel pudiendo oír o ver...se niega!